NUESTRA HISTORIA
Más de 50 años en el mercado
Antonio Espinoza, fundador de la empresa "Tostadas de Maíz Espinoza, S.A de C.V" comenzó su negocio hace más de 50 años. Al llegar a Sonora sin fortuna alguna, y cansado de las jornadas de más de 12 horas, decide comprar una máquina para hacer tortillas, pero sin querer, descubre una nueva manera de aumentar sus ingresos, y en compañía de su esposa e hijos, se puso "manos a la obra".
Fueron 30 paquetes diarios con un total de tres mil tostadas las que repartía en una bicicleta. Para ser empresario, don Antonio no tuvo otra escuela más que la misma necesidad y la vida. "Hubo una razón que me impulsó y que me llevó a que me fuera bien; lo poquito que ganaba lo invertía, porque decía, 'lo que no pude tener en 30 años, lo voy a hacer en uno' relató. Y así vio crecer su negocio, siempre imprimiéndole trabajo e involucrando a sus ocho hijos, hasta que pudo comprar una motocicleta y abarcar un mercado más amplio.
Don Antonio probó la suerte en Guadalajara y sin mucho éxito, regresó en 1970 a Hermosillo en donde su negocio comenzó. "Nos quedamos sin dinero, pero nos regresamos con la moto, una maquinita, con la esposa y los hijos, a empezar de nuevo" señaló.
"Ni yo mismo creo lo que he logrado, porque fue lento, lo que si sé es que fue mucho trabajo, yo cuando llegué aquí trabajaba hasta las 4 de la mañana". Antonio Espinoza, a pesar de su condición de empresario, fue conocido por su alegría, sencillez y los niños quienes acudían a diario por "pedacitos" a su fábrica. "Vienen con 10 pesos y me quieren comprar los pedacitos de tostadas, yo me acuerdo de mi cuando andaba descalzo y me gusta darles, no les puedo vender porque ellos no son mi negocio", comentó sonriendo.
Cambió las motocicletas por carros de reparto y el público Sonorense comenzó a buscar cada vez más sus productos, ampliando su mercado a las ciudades de Nogales, Obregón y Guaymas, convirtiendo a las "Tostadas Espinoza" en una tradición Sonorense.